Como personas tenemos una orientación sexual y una identidad de género. La orientación sexual abarca los deseos, sentimientos, prácticas e identificación sexuales. La orientación sexual puede ser hacia personas del mismo sexo o de diferente sexo (orientación homosexual, heterosexual o bisexual).
La identidad de género se refiere a la compleja relación entre el sexo y el género en referencia a la experiencia de autoexpresión de una persona respecto a las categorías sociales de masculinidad o feminidad (género). Una persona puede sentir subjetivamente una identidad de género distinta de sus características sexuales o fisiológicas.
La orientación sexual es un reflejo de lo que una persona siente hacia personas de su mismo sexo y del sexo opuesto. En la edad adulta, muy probablemente se debe ya tener establecida la orientación sexual.
Mientras que la sociedad ha recorrido un largo camino para aceptar la homosexualidad, no puede negarse que muchas personas homosexuales se enfrentan a retos importantes a la hora de asumir y expresar su condición sexual.
Si eres homosexual, y has encontrado la manera de hacer frente a estos retos y conseguir una posición de seguridad y orgullo respecto a tu propia sexualidad, mereces ser reconocido por ello. Por otro lado, es posible que sientas vergüenza o culpa, especialmente si de niño te dijeron que la homosexualidad es pecaminosa o indeseable. También puede aparecer el temor a la expulsión de ciertos grupos sociales o religiosos. E incluso puedes sentir el desgaste por el estrés de vivir en la clandestinidad parcial de tu propia sexualidad.
Actualmente, la ciencia parece descartar la idea de la homosexualidad como un preferencia sexual o la elección de estilo de vida. La gran mayoría de las personas homosexuales experimenta su orientación sexual como algo que descubren en sí mismos, en lugar de algo que elijan por sí mismos. Se ha manifestado que las personas homosexuales son igual de responsables de su homosexualidad que aquéllos de su heterosexualidad.
Aunque la homofobia continúa siendo un problema en la sociedad actual, las actitudes han cambiado lo suficiente para que muchos adultos homosexuales puedan sentir que pueden manifestar su condición, incluso si ha vivido una buena parte de su vida adulta en el armario. Tal vez tú también estás pensando en dar este paso.
La decisión de mostrar u ocultar la homosexualidad es, por supuesto, personal, pero la mayoría de la gente está de acuerdo que los beneficios en muchas sociedades y culturas superan los riesgos y los costos. En otros países es hoy día impensable (p.ej. en países con pena de muerte por orientación sexual).
Ocultar una parte importante de ti puede afectar a tu autoestima y hacer que tus relaciones con la familia y amigos sean sólo superficiales.
Es cierto que se corre el riesgo de perder algunas relaciones sociales al revelar tu verdadera identidad, pero normalmente muchas de las personas de tu entorno lo aceptarán. Declara tu orientación en la edad adulta, permite reflejar un sentido más firme de tu sexualidad y de tu identidad. A diferencia de los adolescentes, como adulto, tus familiares y amigos no se cuestionarán si estás "seguro" que eres homosexual ni intentarán dirigirte hacia una orientación heterosexual.